Cada 1 de septiembre se celebra en Argentina el Día del Criminalista, en conmemoración a los grandes descubrimientos de Juan Vucetich.
El Día del Criminalista se instituye recordando la utilización oficial del Método Dactiloscópico creado por el Criminalista Argentino Juan Vucetich, quien logró implementar el 1 de septiembre de 1891, un método para la individualización de personas mediante las impresiones dactilares.
Con esta sencilla técnica, puso en evidencia que su sistema, que se basaba en la perennidad, inmutabilidad y variedad infinita de los relieves digitales, poseía una cualidad más: que todas las individuales son clasificables y que a través de la simple lectura de sus fórmulas dactiloscópicas, era posible ordenar su archivo, sistematizando fácilmente esta ciencia.
El 1 de septiembre de 1.891, se puso en práctica, por primera vez en el mundo, el sistema de Vucetich, mediante la utilización de su ficha decadactilar; donde se tomaron las impresiones digitales de los diez dedos a 23 procesados por diferentes delitos; dicha documentación –previa clasificación- archivó en armarios –tipo casilleros- que se habilitaron por su propia iniciativa.
En toda sociedad los especialistas forenses son esenciales, ya que tienen como objetivo determinar la existencia o no de un delito y en caso positivo recabar los rastros de interés forense y jurídico para establecer quién o quiénes fueron los partícipes. Razón por la cual esta apasionante profesión debe estar formada por profesionales y sabiendo que el objetivo principal de un criminalista es conseguir la justicia. El criminalista realiza los peritajes necesarios para realizar una reconstrucción conceptual de los hechos históricos que se investigan, lo más acercado a la verdad real.